Un vaporizador es un dispositivo que te permite consumir cannabis sin necesidad de quemarlo, evitando que tengas que consumir humo a alta temperatura con todos los compuestos nocivos que conlleva la combustión. Esto se consigue mediante la evaporación de los cannabinoides presentes en la materia vegetal o en los concentrados sin llegar a la temperatura en que empiezan a quemarse.
De este modo puedes disfrutar de cannabinoides y terpenos de la mejor manera para sentir totalmente el aroma y sabor característicos de cada cepa de marihuana, flor de CBD o aceites, resinas y concentrados que te apetezca.
Cómo funciona un vaporizador de marihuana
Los vaporizadores calientan la marihuana a través de uno de estos tres mecanismos: conducción, convección o híbrido.
- Los que funcionan por convección calientan la materia sin llegar nunca a estar en contacto con ésta y lo hacen por medio del aire que pasa a través de la marihuana. De este modo se calienta tu hierba de forma indirecta, lo que resulta en un vapor más fresco y que no es tan fuerte para los pulmones. Pero, como consecuencia de ese proceso de calentamiento, tendrás que esperar un poco más para que tu dispositivo esté listo para la acción. Como no entra en contacto directo con el elemento calefactor, la marihuana se calienta de manera uniforme. Esto significa que no hay necesidad de mover la hierba una vez que has empezado a vapear y no tendrás que preocuparte de que se queme.
- En los vaporizadores por conducción el elemento calefactor, también conocido como bobina, sí que está en contacto con la materia a vaporizar y calientan el producto en un depósito donde se introduce la hierba. Este proceso hace que el cannabis se caliente muy rápido. También proporciona caladas más calientes y probablemente nubes más grandes, lo que a menudo resulta en una sensación psicotrópica más intensa. Sin embargo, con este proceso, la hierba o concentrado a menudo se calientan de forma desigual; cuanto más cerca estén de la bobina, más se quemarán. En contrapartida, son más baratos y puedes evitar calentar en exceso el producto si adquieres vaporizadores con control de temperatura.
El vaporizador DaVinci IQC utiliza el sistema de calentamiento por conducción
- Los vaporizadores híbridos utilizan ambos sistemas para calentar la marihuana y ofrecer una experiencia mejor. En estos dispositivos el proceso se inicia por conducción, por lo que el proceso de calentamiento es menor, y se utiliza el sistema de convección para conservar la temperatura durante su uso, produciendo un vapor suave, constante y calentado de manera uniforme.
Temperaturas y modo de vaporizar cannabis
Si acabas de comprar un vaporizador antes de empezar a utilizarlo debes tener en cuenta que muchos de ellos debes calentarlos a máxima potencia durante unos 10 minutos para que se limpien todos los restos de polvo y lubricantes utilizados en su fabricación y que así la primera inhalación sea limpia y sin sabores externos.
Una vez está listo para utilizarse debes tener en cuenta que la temperatura de uso puede variar en función de las condiciones de la materia que quieres vaporizar. Si se trata de cannabis medicinal, lo ideal es triturarlo para que el vaporizador pueda calentar la mezcla homogéneamente y seleccionar una temperatura entre 150ºC y 190ºC, evitando superar la temperatura más alta para no quemar la hierba. Si vas a vaporizar flores más secas, lo ideal es vaporizar entre los 120ºC y 150ºC, pero, sin embargo, si vas a utilizar flores que aún están húmedas o recién cortadas, la temperatura de vaporización óptima deberá ser algo superior, sin sobrepasar nunca los 190ºC.
Porqué vaporizar cannabis
Los vaporizadores tienen diversas ventajas frente al consumo tradicional de cannabis en porros o bongs. Para empezar, al no haber combustión, no se emiten ni consumen los subproductos nocivos que produce: alquitrán, toxinas e hidrocarburos entre otros. Además la marihuana vaporizada no deja resaca y conserva los sabores, emitiendo un mínimo aroma, por lo que son muy discretos.
También debes considerar que la combustión elimina un gran porcentaje de THC y otros cannabinoides. Esto no ocurre con el vaporizador, ya que funciona calentando las flores hasta el punto en el que los cannabinoides se evaporan en el aire, sin que se queme la materia vegetal, por lo que se necesita menos marihuana para lograr el mismo efecto, reduciendo entre un 30 y un 40% los cogollos necesarios, en función de la eficacia del vaporizador, los ajustes de temperatura, la técnica, etc. Así, utilizando un vaporizador sacas más partido a tu marihuana.
Diferentes tipos de vaporizador para cannabis
Los vaporizadores permiten consumir diferentes tipos de productos a parte de flores de cannabis. Puedes utilizar extracciones, como hachís, BHO o Wax (ceras), o bien aceite de cannabis. No todos los vapos permiten el uso de diferentes sustancias y algunos únicamente te permiten el consumo de materia vegetal, de aceite o extracciones. Sin embargo actualmente la mayoría disponen de los accesorios necesarios para que puedas elegir en qué va a consistir tu sesión de vaporización.
Además en el caso de los aceites existen cartuchos desechables que puedes adaptar a las baterías estándar estilo bolígrafo, evitando el engorro de tener que limpiar la cámara después de cada uso.
¿Qué vaporizador de marihuana debo comprar?
En la elección de tu vaporizador ideal debes tener en cuenta el uso que quieres darle, tus preferencias sobre el sistema de calentamiento, que influye en el precio y en el sabor y el lugar de consumo. Si quieres vapear en cualquier lugar discretamente debes elegir un vaporizador portátil. La mayoría cuentan con una batería que les confiere autonomía para su uso y otros requieren de un mechero o soplete para calentarlos. Si vas a utilizarlo en casa, tienes la opción de los vaporizadores de sobremesa, que necesitan una toma de corriente a 220V para funcionar pero, a diferencia de los portátiles, cuentan con complejas tecnologías en su interior y sus componentes son mucho más sofisticados, aumentando la calidad de la vaporización.